Muchos suponen que los paneles solares del SEI están hechos de vidrio de distintos colores, pero en realidad el juego de colores se crea por la incidencia de la luz y el ángulo de visión, lo que da como resultado una fachada dinámica que tiene un aspecto muy distinto al mediodía que al atardecer.
Los paneles solares están ligeramente girados sobre un eje horizontal para aprovechar las cualidades iridiscentes del recubrimiento estructural de color, sin deslumbrar gracias a su acabado satinado. El recubrimiento anisótropo cambia el color reflejado de gris azulado oscuro a gris plateado según se mueve el sol, proporcionando una gama de tonos siempre cambiante que nunca se desvanece.
Desde el punto de vista eléctrico, la fachada está diseñada para garantizar una gran resistencia a las sombras del entorno, y mediante la monitorización a nivel de panel podemos estar al tanto de posibles daños en la fachada.
La estandarización efectiva del revestimiento, con relativamente pocos formatos de panel y un sistema de montaje flexible, garantiza una fachada duradera y de fácil mantenimiento.